domingo, 10 de noviembre de 2013

Nuestro lugar especial

Todos tenemos nuestro lugar. 

Ese lugar especial como nuestro banco, que por muchas veces que pases siempre te recordara a esa persona. Y es que ellos eran especiales, ese tipo de parejas que no podían estar segundos peleados. Se respiraban mutuamente, dependían de sus sonrisas para poder vivir. Ésa era su motivación.

Ella lo miraba con sus ojos penetrantes; con el brillo del sol, cambiaban de color. Tenía una hermosa sonrisa de esas que deslumbraban cada vez que reía, con hoyuelos más que seductores. Lo miraba, le sonreía y a él se le olvidaba todo.

Ellos mismos pensaban estar formando la pareja perfecta, porque él era diferente. No tenía que llegar a tocarla para sentirla por completo. Porque uno realmente está enamorado cuando mira otros ojos y lo siente todo. Hasta lo que uno nunca podrá describir con palabras.

Vivieron los mejores años de sus vidas. Mil y un amaneceres juntos, momentos más que perfectos, viajes inolvidables...

Pero lo que nadie deseaba sucedió, y la distancia les separó. Todos pensamos que cuando el amor es verdadero traspasa fronteras, pero su amor se desplomó. Ella ya no estaba para mirar a su chico y sonreirle en los momentos malos, para darle las fuerzas y la confianza que necesitaba en cada momento.

Si nos preguntan por el amor, a todos se nos viene a la cabeza el nombre de alguien y por mucho tiempo que pase, estoy seguro de que ellos siempre se acordaran el uno del otro. Porque olvidar no es querer, es poder; y cuando tampoco se quiere, llega a ser imposible.

Yo me pregunto... ¿Cuál es vuestro lugar especial? 

Yo sé de una que tiene un lugar especial... gracias por tu generosidad, María S.

LaTortugaDeMN